sábado, noviembre 27

Primera parte de El niño que fue criado como niña


Cuando una pareja tiene un bebé lo primero que se pregunta es "¿fue niño o niña?".
La respuesta está dictada por la biología. Los cromosomas se encargan de la sexualidad: XX para una mujer y XY para un hombre. Y las hormonas sexuales se encargan de la apariencia física.
Pero ¿qué ocurre cuando la biología, la apariencia y la crianza no coinciden?
Ese fue un caso que ocurrió en los años 1960, que terminó en tragedia.
Los gemelos Bruce y Brian Reimer eran dos niños perfectamente normales que nacieron en Canadá, pero a los siete meses de nacidos ambos comenzaron a presentar dificultades para orinar.
Siguiendo un consejo médico, sus padres, Janet y Ron, llevaron a los niños al hospital para someterlos a una circuncisión.
Pero a la mañana siguiente recibieron una devastadora llamada telefónica. Bruce había sufrido un accidente.
Los médicos habían utilizado una aguja cauterizadora en lugar de un bisturí, y el equipo eléctrico había tenido un problema que provocó un aumento en la corriente que quemó por completo el pene de Bruce.
"No podría comprender lo que estaba escuchando", recuerda Janet Reimer.
"Creí que iban a utilizar un cuchillo. No sabía porqué habían utilizado electricidad".
La operación de Brian fue cancelada y los Reimer llevaron a sus hijos a casa.
Pasaron varios meses y los Reimer no tenían idea de qué hacer, hasta que conocieron a un hombre que cambiaría su vida, y la de los gemelos, para siempre.
Era el doctor John Money un psicólogo especializado en cambios de género.
El experto creía que no es tanto la biología la que determina si somos mujeres u hombres, sino la forma como somos criados.
Janet Reimer llevó a Bruce a Baltimore para consultar al doctor Money.
Para el experto, el caso presentaba la posibilidad de un experimento ideal: un niño que él pensaba que debía ser criado como el género opuesto, y que incluso contaba con su propio grupo de control, un gemelo idéntico.